Momento Espírita
Curitiba, 22 de Dezembro de 2024
busca   
no título  |  no texto   
ícone La vida pulsa en el planeta

¿Tienes idea de cuántas personas están naciendo en el mundo ahora mismo?

¿Te atreverías a decirlo? ¿Te arriesgarías a decir el número de seres que llegan en el planeta cada día?

La cantidad es impresionante. Se estima que cerca de trescientos ochenta mil Espíritus reencarnan en la Tierra cada día, actualmente, según los datos oficiales de la ONU y UNICEF.

Eso significa alrededor de doscientos sesenta bebés por minuto, o un poco más de cuatro niños por segundo.

Al final de estos cinco minutos de Momento Espírita, por ejemplo, habrán regresado al escenario terrestre alrededor de mil trescientos hermanos nuestros.

Mil trescientas almas recibiendo una nueva oportunidad de crecer y aprender aquí.

¡Qué movimiento tan fabuloso! Qué planificación compleja y extremadamente bien organizada, pues ninguno de esos nacimientos escapa a la atención de la Espiritualidad Superior, de los sectores responsables por el proceso grandioso de la reencarnación.

En todos los casos hay una programación. En todos los casos hay un seguimiento, cuidado extremo para que el nuevo intento sea exitoso.

Así es. Nadie viene a la Tierra destinado al mal, destinado al fracaso. Todos traemos planes, objetivos y compromisos.

Todos vienen a la escuela para aprender, para salir de aquí mejores de lo que llegaron.

Desafortunadamente, no todo el mundo logra hacerlo. Algunos se rinden antes de tiempo. Algunos se van de la misma manera que llegaron. Algunos olvidan el valor que tiene esa incomparable morada pasajera de aprendizaje.

Curiosamente, por más que nos asustemos con los flagelos, con las enfermedades, con las catástrofes, el número de llegados al planeta por minuto aún supera en mucho el número de los que parten.

Somos un mundo de nacidos, un mundo de viejas almas recibiendo siempre nuevos ropajes.

Con cada niño que nace, sea donde sea, independientemente de las condiciones socioeconómicas, nace un plan, una estrategia, un derrotero.

Pero, ¿por qué unos con tantas oportunidades y otros con tan pocas? - Cuestiona la visión materialista.

Oportunidad es una palabra más amplia y hermosa de lo que imaginamos. No se limita a la esfera de los recursos y posibilidades materiales y emocionales que estarán disponibles en nuestras vidas.

Así, la falta de algo, la ausencia de estructura emocional en los que componen el entorno, el ambiente hostil, todo es oportunidad, por más raro que nos parezca.

Cada uno de esos doscientos sesenta nacimientos por minuto se da en el momento correcto, en el lugar correcto y siguiendo las Leyes superiores del Universo.

Todos llegan para progresar. Todos traen en el equipaje lo que han sido y los planes para lo que desean ser.

El planeta Tierra es la escuela de los renacimientos. El planeta Tierra es la escuela de las pruebas y de las expiaciones, que pronto evolucionará para una institución de regeneración.

Renacemos del agua y del Espíritu. Renacemos cada día haciéndonos más fuertes y cercanos a nuestra esencia.

*   *   *

Según los expertos, el corazón de un feto, de un bebé, dentro del vientre de la madre, puede llegar a cerca de doscientos latidos por minuto en determinada fase de la gestación.

El corazón del planeta también late fuerte. La vida canta exultante con más de doscientos nacimientos por minuto.

Redacción del Momento Espírita.
El 14.2.2022.

© Copyright - Momento Espírita - 2024 - Todos os direitos reservados - No ar desde 28/03/1998