Hijo mío... es tu primera Navidad.
Por un tiempo pensé en qué decirte, porque, como padre, también tengo la misión de presentarte el mundo - de describirlo en todos sus matices.
Cielos... es tu primera Navidad...
Sé que las lucecitas que brillan por todas partes te encantarán los ojos... Pero, sobre ellas, me gustaría decirte que representan las estrellas.
Sí, las estrellas del cielo, que nos gustaría traerlas más cerca de nosotros. Por eso decoramos los escaparates de la vida con estas lámparas multicolores.
Ya sabes... No las necesitaríamos todas, porque nos bastaría una: la que representa la venida a la Tierra de un Amigo muy querido, a quien llamamos Jesús.
Sí, el mismo Jesús de nuestra oración diaria, con El que hablamos rápidamente antes de que te duermas.
Una estrella sería suficiente... bastaría que la trajéramos más cerca de nosotros.
No todo el mundo recuerda eso, hijo mío... Y, aunque en casi todos los hogares podemos ver las estrellitas brillantes, en la mayoría de ellos, sólo brillan por fuera y no dentro de sus corazones.
Aquí en casa están por todas partes, porque te gustan mucho, ¿no? ¡Y sabes que están en el corazón de papá, de mamá y de todos los que te quieren mucho!
* * *
Escucharás mucho la palabra regalo, y te confieso que muchas personas pronunciarán esta palabra sin la menor idea de lo que significa.
Buscarán tales regalos por ahí, en las tiendas, en la televisión, en Internet, pero no podrán encontrarlos...
Para que entiendas bien lo qué es un regalo, basta que recuerdes el rostro de tu madre y de tu padre cuando te abrazamos diariamente.
Un regalo es una alegría que nunca termina, hijo mío...
También verás a algunos hombres vestidos con hermosas ropas rojas. Es bueno acostumbrarse, ya que estarán por todas partes.
Tal vez les tengas un poco de miedo, pero sabe que ellos representan la bondad en el corazón de los hombres, la bondad que hace que las personas se desprendan de sus cosas y se las regalen a quienes las necesiten más que ellas.
Verás fiestas, diferentes comidas, calles llenas de personas, músicas hermosas. Pero sabe que todo eso es solo una representación muy tímida de lo que realmente es la Navidad.
La Navidad es una invitación que se nos rehace todos los años, hijito, cuando los Buenos Espíritus del Universo vuelven a decirnos que nacemos y renacemos para amar y que el amor debe estar por encima de todo en la existencia.
Esperamos poder enseñarte el amor, a lo largo de esas Navidades que pasaremos juntos.
Y para eso, volveremos a hablar, muchas y muchas veces, de ese Amigo que llamamos Jesús. El Jesús de la oración antes de dormir, el Jesús de la Navidad, el Jesús del amor...
También sabe, hijo amado, que en tu primera Navidad tus padres están muy agradecidos del Padre Mayor por tenerte al lado.
Las estrellitas aquí en casa brillarán en todas partes, y cada una estará diciendo: te amo.
Feliz Navidad, hijo mío...
Redacción del Momento Espírita.
El 14.12.2021.