Un hermoso solo de violonchelo del galardonado músico Zuill Bailey.
Se puede escuchar en el fondo, mezclándose con las notas armoniosas, los sonidos de monitores de frecuencia cardíaca y respiratoria, que suenan repetidamente en el tiempo.
Bailey tiene los ojos cerrados, sentado junto a algunas incubadoras en una UCI neonatal, en un hospital de Texas, Estados Unidos.
Desde el año 2000 él ha sido director artístico del Pro-Música, un grupo que toca en centros médicos para ayudar en el proceso de curación de pacientes.
La música está diseñada para calmar y sanar y se ve que hay un cambio en el estado de salud de los pacientes, dijo Felipa Solis, directora ejecutiva de El Paso Pro-Música.
Agrega que tocar música para personas hospitalizadas es una extensión de la misión del grupo de hacer que la música clásica sea accesible para todos.
Los pacientes en el Hospital, desde el comienzo de su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos neonatales hasta el final, reciben música por razones reconfortantes y es realmente increíble de ver.
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Todavía estamos lejos de descubrir todo lo que la música es capaz de proporcionar a nuestras almas inmaduras.
Su poder misterioso y soberano se extiende a todos los seres, a toda la naturaleza.
De hecho, la ley de las vibraciones armónicas rige para toda la vida universal, para todas las formas de arte, para todas las creaciones del pensamiento.
Es un medio seguro de elevar el pensamiento a alturas sublimes, donde reside el talento inspirador.
Ella introduce equilibrio y ritmo a todas las cosas. Incluso influye en la salud física debido a su acción sobre los fluidos humanos.
Se sabe que Saúl, en sus crisis nerviosas, enviaba a buscar a David quien, con el sonido de su arpa, calmaba la irritación del monarca.
En todos los tiempos, y aún hoy, el arte musical se ha aplicado a la terapia con resultados positivos.
Los estudios en el área se multiplican, mostrando los beneficios del contacto con las artes, para niños, jóvenes y adultos.
La expresión artística, cuando se compromete con lo bello y lo bueno, sensibiliza y penetra la profundidad del Espíritu, poniéndolo en contacto con la belleza universal, que proviene de Dios.
Y la música realiza esta tarea de una manera muy especial. Para muchos, es la más sublime de las artes porque, mejor que la palabra, representa el movimiento, que es una de las leyes de la vida.
¡La música es la voz misma del mundo superior!
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Que la música esté en nuestras vidas no solo como entretenimiento. El verdadero arte no existe sólo para entretener, sino para elevar al ser.
Que podamos elegir momentos para escuchar canciones hechas para el alma, aquellas que tocan nuestros corazones, aquellas que, de alguna manera, nos remiten a otras esferas más sublimes.
El hombre necesita contemplar lo excelente para desarrollar su buen gusto.
Que el arte sensual, aún tan presente en este mundo, pueda dar paso a un arte más maduro, comprometido con propuestas trascendentes, que haga pensar y, sobre todo, siempre sea lo bello que expresa lo bueno.
Redacción del Momento Espírita,
basado en un artículo del sitio web
sonoticiaboa.com.br del 13.2.2019,
y de la parte VII, del libro O Espiritismo
na arte, de Léon Denis, ed. CELD.
El 6.7.2020