Es natural y está garantizado por ley el derecho del autor sobre su creación.
Por esta razón, los libros, paneles, discursos, todas las obras de arte llevan la firma de su autor.
Al mirar los cuadros de los grandes maestros de la pintura, inmediatamente buscamos la firma, para asegurarnos de la autoría.
Quienes se centran en el estudio del arte, comienzan a identificar los rasgos característicos de cada uno de ellos.
Así también en la literatura. Después de leer varias obras del mismo autor, podemos identificar su estilo.
¿No es extraño que cada día contemplemos una gran obra de arte y no reconozcamos al Artista?
Nos extasiamos con los colores vibrantes de una puesta de sol. Nos encantamos con el brillo de la luna, que a veces parece un inmenso lago plateado.
Observamos las esbeltas araucarias, con sus brazos copados hacia lo alto, imponentes y nos preguntamos cuánto más crecerán.
En una vista aérea, descubrimos el bosque cortado por venas y arterias de agua en recortes pintorescos. Una pintura digna de un hábil Artista.
Nos detenemos en el jardín y la rosa nos ofrece la suavidad del terciopelo, exhalando perfume, mientras que la margarita presenta su blanco inmaculado.
Las mariposas, llevando en sus alas las pinturas de impresionistas, cubistas, románticos, bailan ágilmente en el aire.
Todo el planeta en el que vivimos es una obra impresionante. Lleno de altibajos, llanuras y montañas. Zonas verdes de bosques y desiertos ardientes.
Cascadas cantantes y filetes que apenas fluyen entre las rocas. Manantiales de agua fresca y lagos tan grandes que parecen un océano.
Aguas dulces. Aguas saladas.
Y frutas dulces, ácidas, hiperhídricas, se presentan en abundancia como fuentes inagotables de agua, carbohidratos, grasas, sales minerales, vitaminas y otros micronutrientes, distribuidos en un equilibrio perfecto.
¿No es sorprendente que el Autor de todo esto permanezca ignorado? Al menos para aquellos que no tenemos ojos para ver, suficiente sensibilidad para percibirlO.
Este Artista sin igual, que se esfuerza por la producción diaria constante, también nos proporciona el aire que respiramos y todas las demás condiciones para vivir en la Tierra.
Algunos insisten en negar que Él existe, porque no encontramos Su firma en ninguna parte.
Otros, aquellos que ya hemos despertado y agudizado la sensibilidad, ya hemos descubierto Su firma en cada vena de la hoja, en cada gota de agua, en cada grano de arena.
Todo es único, inigualable.
Y estamos absolutamente seguros de que Él comanda todas las leyes que rigen nuestro globo y el Universo en el que nos movemos.
Él está atento a los movimientos de rotación y traslación de la Tierra y observa, con Su mirada, nuestro viaje constante a través del Universo, siguiendo el sistema solar.
Un viaje a una velocidad vertiginosa, pero como estamos amparados por Sus hábiles manos, ni siquiera notamos el desplazamiento.
Ni siquiera nos damos cuenta de que viajamos tanto...
Porque, después de todo, la casa de este Artista es tan grande que, no importando cuánto exploremos el espacio exterior, nunca lo agotaremos en su totalidad.
Sería importante para nosotros descubrirlO y rendir homenaje a Su fenomenal obra.
Redacción del Momento Espírita.
El 20.5.2020.