A veces no entiendes cómo la gente todavía puede sonreír en un mundo como éste.
Caminas por las calles y no ves gracia en el movimiento de las personas que van y vienen, no encuentras alegría en la vivacidad de los niños y no te das cuenta de estas supuestas cosas buenas que tiene la vida.
Las noticias hablan de conspiraciones, estafas, matanzas. Empeoran tasas de esto o aquello. Y estás seguro de que no vale la pena invertir ningún esfuerzo en esta vida.
También hay una especie de vacío dentro de ti. Un dolor en la boca del estómago o en los pulmones, una dificultad para respirar, a veces. No sabes de qué se trata. ¿Será que todo el mundo tiene esto?
Estudias por obligación o trabajas sólo por el resultado financiero. Eso, porque necesitas comer, necesitas un lugar para vivir, comprar algunas cosas... pero a veces te preguntas si vale la pena luchar por eso.
Hay momentos en que comes más de lo que necesitas, en otros momentos no comes durante muchas horas y te das cuenta de que realmente no lo necesitas. Incluso podrías vivir sin eso...
Te das cuenta de que las personas se están aislando. Cada uno en su propio rincón. Por eso no hablas mucho de ti. De hecho, puedes pasar horas y horas sin pronunciar una sola palabra.
¡Nos estamos escondiendo detrás de las pantallas! – Escuchaste de un experto. Y en tu tiempo libre permaneces allí, en ese mundo que parece no tener fin, pero que a veces también tiene una cara de inmenso vacío.
La Internet parece estar llena de gente, pero al mismo tiempo, vacía. Me muevo dentro y fuera de este llamado mundo digital y sigo igual. – Son pensamientos que te vienen a la mente.
Te cansas de todo, de todos. Las personas no son interesantes. No tienen paciencia con casi nadie.
De vez en cuando te golpea una profunda tristeza, como si se abriera un abismo en el pecho. Tienes ganas de llorar, pero no lo consigues. No entiendes que es eso. Te sientes solo.
* * *
He aquí algunas palabras especiales para ti.
Primero: no te permitas la soledad prolongada. Cuenta con alguien con quien hablar, para abrirte. Alguien en quien confíes, alguien a quien puedas describir estas cosas extrañas que piensas, que sientes o que ves a tu alrededor.
No te pierdas la referencia del amor, de los que te aman. Todos los tenemos a nuestro alrededor. Todos tenemos a aquellos que están dispuestos a acercarse a nosotros o simplemente escucharnos.
No estás solo.
No hemos sido simplemente abandonados en un mundo que va de mal en peor. Esta es otra visión distorsionada. Es una visión terrorista que muchos se han acostumbrado a transmitir o aceptar. No juzgues al mundo sólo escuchando a un lado.
Hay mucho amor en las personas. El Universo está coordinado por el amor, aunque todavía tengamos dificultades para comprender ciertos mecanismos de sus leyes.
Mira cómo te llega este mensaje. No es una coincidencia, no existe el acaso. Todo está en su lugar debido y la ayuda llega a quienes la necesitan en el momento adecuado.
No te rindas. No renuncies a tus ideales, sueños, objetivos. Si fuera necesario, vuelve a erguirte, reconstrúyete, solicita ayuda a una persona experta y vuelve sobre tus pasos.
Ten en cuenta si tus síntomas no están relacionados con algún tipo de trastorno emocional. Todos estamos sujetos a estas dificultades.
Finalmente, recuerda que la oportunidad de la encarnación es el mayor tesoro que hemos recibido. Disfruta cada momento.
Redacción del Momento Espírita.
El 30.3.2020.