Hasta tu llegada, el mundo me cargaba y yo cargaba al mundo y nada más...
Tantos atractivos, tantas posibilidades, tantas distracciones...
Curioso, pero tener posibilidades es, al mismo tiempo, tener lo todo y no tener nada, porque elegir caminos aún no es caminar.
Sin embargo, cuando llegaste todo cambió.
Solté al mundo para tomar tu mano.
He decidido que las cosas del mundo pueden esperar y, mientras esperan, yo iré adelante contigo.
Sostener tu mano es encontrar sentido a la vida, es darse cuenta de que cuando se camina juntos, se camina mejor.
Sostener tu mano es rendirme a algo más grande que yo, porque "nosotros" siempre será más grandioso que solo "yo".
* * *
Cuando formamos una nueva familia, dejamos muchas cosas atrás. Muchos hablan de pérdidas.
Cuando cambiamos el yo por nosotros, somos invitados a desarrollar innumerables virtudes del alma, virtudes fundamentales para nuestra felicidad.
Muchas personas afirman que dejaron de lado sus sueños para invertir en el proyecto de vida de sus hijos. Las cosas que les encantarían ser o hacer y que ahora se quedan al margen.
Entienden que esas son tales pérdidas o sacrificios.
A medida que maduramos, percibimos que muchos de esos sueños eran egoístas, vacíos o sin mucha base de sustentación. Eran deseos de un corazón inmaduro e inexperto y nada más.
Muchos de nuestros anhelos que dejamos a lo largo del camino, no nos llevarían a ninguna parte, o no nos harían tan felices como somos ahora con ese gran trabajo que hemos abrazado.
Hablamos de profesiones u oficios que nos gustaría haber seguido, de inversiones profesionales que dejamos de hacer, pero ¿serían tan valiosas esas aplicaciones de tiempo y trabajo como las de la familia?
Puede que sí, puede que no.
¿Y por qué no entender a la familia como un oficio? ¿Como una inversión en la carrera? La carrera de hombres y mujeres de bien.
No son los grandes descubrimientos de la ciencia y de la tecnología los que hacen que el mundo sea mejor. Equivocación nuestra. Es el automejoramiento y el perfeccionamiento de las relaciones que tienen el poder transformador.
Si mejoramos solo el intelecto, podemos ser considerados inteligentes, avanzados, pero sin moralidad siempre seremos infelices.
La familia es el campo del desarrollo de la moral y cuando nos liberamos de las cosas del mundo, especialmente las inútiles y efímeras, para sostener la mano de los hermanos de derrotero, empezamos el verdadero viaje hacia el desarrollo del alma.
Antes de lamentar lo que hemos dejado atrás, echemos un vistazo a lo que estamos construyendo para el futuro.
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Solté al mundo para tomar tu mano.
He decidido que las cosas del mundo pueden esperar, y mientras esperan, yo iré adelante contigo.
Sostener tu mano es encontrar sentido a la vida, es darse cuenta de que cuando se camina juntos, se camina mejor.
Sostener tu mano es rendirme a algo más grande que yo, porque "nosotros" siempre será más grandioso que solo "yo".
Redacción del Momento Espírita.
El 6.9.2019.