¿Usted
aprovecha la vida?
Es
muy común oír a las personas, y principalmente a los jóvenes, diciendo que
quieren aprovechar la vida. Y eso generalmente es usado como disculpa para
eximirse de asumir responsabilidades.
Pero,
al final de cuenta, ¿qué es aprovechar la vida?
Para
unos es matarse poco a poco con comilonas, bebidas alcohólicas, tabaco y otras
drogas.
Para
otros es arriesgar la vida en deportes peligrosos, trasnochar en orgías, saciar
sus deseos físicos.
Quizás
esto suceda porque muchos de nosotros no sabemos por qué estamos en la Tierra.
Y por esa razón desperdiciamos la vida en vez de aprovecharla.
Un
cierto día, un joven que trabajaba en una oficina pública en compañía de
otros compañeros que solían reunirse al fin de su jornada para beber y fumar a
gusto, fue invitado a acompañarlos.
Él
les agradeció y dijo que no bebía y que tampoco le agradaba el humo del
cigarrillo. Los demás se rieron de él y le preguntaron, con ironía, si era la
religión que no se lo permitía, y
él les contestó: “mi inteligencia es la que me impide hacer eso.”
¿Y
qué inteligencia es esa que no te permite aprovechar la vida? Le preguntaron
los compañeros.
El
muchacho contestó serenamente: ¿ustedes piensan que yo gastaría el dinero que
gano para envenenarme?
Ustedes
se consideran muy listos, pero están pagando para perjudicar su propia salud y
acortar la vida, que para mí vale muchísimo.
Observando
las cosas bajo ese punto de vista, podremos considerar que aprovechar la vida es
darle el valor que le corresponde.
Es
invertir los minutos preciosos que Dios nos concede en actividades útiles y
engrandecedoras.
Cuando
dedicamos nuestras horas en saludable convivencia con los familiares, estamos
aprovechando bien la vida.
Cuando
hacemos ejercicios, nos distraemos en una recreación y en el esparcimiento
saludable, estamos dando valor a la vida.
Cuando
estudiamos, trabajamos, paseamos, sin intoxicarnos con drogas y excesos de todo
tipo, estamos aprovechando de forma inteligente nuestra existencia.
Cuando
realmente nos gusta algo, no escatimamos esfuerzos para preservarlo. Así también
sucede con relación a la vida. Y no nos engañemos de que la estamos
aprovechando si estamos terminando con ella.
Si
es usted partidario de esa idea, vale la pena repensar con seriedad en qué
consiste aprovechar la vida.
Y
si usted cree que los vicios no afectan la existencia, visite a alguien que esté
despidiéndose de ella gracias a un cáncer de pulmón provocado por el
cigarrillo.
Converse
con quien entrega la fuerza física a una cirrosis hepática causada por las
bebidas alcohólicas.
Oiga
a un goloso crónico que esté aprisionado por el dolor a causa de las
exageraciones en la mesa.
Visite a un infeliz que perdió la libertad y la salud por las drogas que
le consumen lentamente.
Observando la vida a través de este prisma, quizás cambie su concepto
sobre “aprovechar la vida”.
***
“La
vida es un poema de belleza, cuyos versos son constituidos de propuestas de luz,
escritas en la partitura de la naturaleza, que le exalta la presencia en toda
parte.
En
consecuencia, la oportunidad de la existencia física constituye un cuadro a
parte de encantamiento y conquistas, mediante cuyo aprendizaje el espíritu se
embelesa y alcanza los altos planos de la realidad feliz.”
(Vida: Desafíos y Soluciones – cap. Alegría de Vivir.)