En el aula de una escuela,
donde había varios niños, uno de ellos le hizo esta pregunta a su maestra:
Maestra ¿qué es el
amor?
La maestra sintió que la
niña merecía una respuesta de acuerdo a la pregunta inteligente que le hiciera.
Como era hora del recreo,
les pidió a los alumnos que cada uno diera una vuelta por los jardines de la
escuela y le trajera algo, lo que más les despertara el sentimiento de amor.
Los niños salieron
corriendo y tras algunos minutos regresaron a clase.
La maestra esperó que
todos se sentaran y cuando reinó el silencio en la pequeña aula, les solicitó
la tarea que les había dado: quiero que cada uno me muestre lo que ha traído.
El primer niño dijo:"yo
traje esta flor, ¿no es hermosa?"
El segundo expresó:
"yo traje esta mariposa. Vea maestra, los lindos colores de las alas, voy a
ponerla en mi colección."
El tercer niño completó:
"yo traje este pichoncito. Se
había caído del nido junto con otro hermano.
¿verdad que es una hermosura?"
Así, los niños fueron
mostrando todo lo que habían conseguido afuera, que pudiera representar el
amor.
Cuando terminaron, la maestra notó que uno de los niños se había quedado quieto durante toda la exposición de sus compañeritos. Estaba avergonzado, pues no había traído nada.
La maestra entonces se le
acercó y le preguntó:
- Mi amor, ¿por qué no
has traído nada?
Y el niño tímidamente
contestó:
- Perdóneme maestra, es
que vi una flor, sentí el perfume y pensé arrancarla, pero preferí dejarla
para que su perfume exhalara por más tiempo.
- Vi también una
mariposa, ¡ágil y colorida! Ella parecía tan feliz que no tuve coraje de
atraparla.
-
Encontré un pajarito caído entre las ramas, pero cuando subía al árbol,
vi la mirada triste de su madre y preferí devolverlo al nido.
- Por eso maestra, traje
conmigo sólo el perfume de la flor, la sensación de libertad de
la mariposa y la gratitud que sentí en los ojos de la madre del
pichoncito al ver a su hijito de vuelta, sano y salvo.
- ¿Cómo puedo mostrar
lo que he traído?
La maestra agradeció a
todos los chicos y mirando al niño con las manos vacías, le dijo:
- Tú fuiste el único niño
que se ha dado cuenta que el amor sólo podemos traerlo en el corazón".
***
Si usted ya logra
percibir las bellezas que Dios ha creado para adornar el planeta que nos sirve
de vivienda, no intente retener esas maravillas para solamente para sí, pues
eso no es amor, es egoísmo.
Si usted admira las
flores, déjelas en el sitio que están, para que los otros puedan también
sentir su perfume y admirar su hermosura.
Si usted queda extasiado
al contemplar los pájaros deslizándose levemente en el aire, no los atrape en
jaulas, para que otras personas puedan también admirarlos.
Si usted aprecia ver los
ríos de aguas cristalinas corriendo entre las piedras, no contamine su lecho,
para que otros ojos puedan igualmente contemplarlos.
Si a usted le gusta bañarse
en las aguas limpias del océano, no las enturbie, para que todos puedan
usufructuar esa maravilla
Si usted se siente bien
respirando aire puro, presérvelo para que todos puedan disfrutar de ese
beneficio.
Y, por fin, recuerde: el
verdadero sentimiento de amor sólo puede ser llevado en el propio corazón.
(Basado en un texto de autor desconocido)