¿Ya
te has dado cuenta de la importancia que tienen los amigos en tu vida?
Si
aún no lo has pensado, observa algunas circunstancias y percibirás que hay
momentos en la vida que tu podrás distinguir muy bien a los amigos verdaderos.
Porque,
cualquiera se quedaría a tu lado mientras estés con la razón, pero el amigo
verdadero permanece a tu lado incluso cuando estás equivocado.
Un amigo común se identifica cuando te llama por teléfono. El amigo verdadero no necesita hacerlo, pues tú reconoces su voz.
Un
amigo común empieza una conversación con un boletín de novedades sobre su
propia vida. El amigo verdadero dice: "¿qué me cuentas de tu vida?"
Un
amigo común piensa que los problemas que tú estás quejándote son recientes.
El amigo verdadero dice: "¡te vienes quejando de los mismo problemas hace
mucho tiempo! Abandona esa apatía y enfrenta ahora mismo tus problemas."
Un
simple amigo nunca te ha visto llorar. En cambio, el verdadero tiene sus hombros
empapados con tus lágrimas.
Un
amigo común no sabe el nombre de tus padres. El amigo verdadero tiene su teléfono
en la agenda.
Un
amigo común trae un postre para tu fiesta. El amigo verdadero llega más
temprano para ayudarte a cocinar y se queda hasta el fin de la fiesta para
ayudarte en la limpieza.
Un
amigo común se molesta cuando lo llamas después de haberse acostado. El amigo
verdadero te pregunta por qué has demorado tanto en llamarlo.
Un
simple amigo procura conversar contigo sobre sus problemas. El amigo verdadero
trata de ayudarlo para solucionarlos.
Un
amigo común te visita, actúa como un invitado. El amigo verdadero abre tu
refrigerador y se sirve.
Un
amigo común cree que la amistad termina cuando sucede una discusión entre los
dos. Un amigo verdadero sabe que no existe amistad si no hay divergencias.
Cuando
tropiezas y caes, un amigo común se tira junto para parecer solidario. El amigo
verdadero se queda firme en pie para extenderte la mano y ayudarte a que te
levantes de nuevo.
Un
amigo común espera que estés siempre cerca paro cuando precise. El verdadero
amigo desea estar siempre cerca cuando tú lo necesites.
Un
amigo común te ayuda a secar las lágrimas. El amigo verdadero hace lo
imposible para no dejar que caigan.
Si
tú aún no habías percibido esos pequeños detalles, piensa bien y te darás
cuenta que el que tiene amigos verdaderos está en posesión de un magnífico
tesoro.
Y,
sobre todo, trata de ser un verdadero amigo y no tenerlos solamente a tu
disposición.
***
La
amistad es el sentimiento que une a las almas y
genera alegría bienestar.
Es
una suave expresión del ser humano que necesita intercambiar las fuerzas de la
emoción bajo el estímulo del entendimiento fraternal.
Inspiradora
de coraje y de abnegación, la amistad enflora a las almas, bendiciéndolas con
resistencia para las luchas.
El egoísmo aleja a las
personas y las aísla. La amistad las aproxima y las hermana.
El miedo atenta contra las
almas y las hace infelices. La amistad aquieta y alegra a los individuos.
La
desconfianza desarmoniza las vidas y la amistad equilibra las mentes, endulzando
los corazones.
La
amistad es tal cual lluvia fina, cae despacito pero penetra el suelo reseco de
las almas, formando grandes lagunas de agua cristalina en lo profundo del ser,
que lo alimentan y aplacan su sed.
(Redacción de Momento Espírita, basado en texto que circula
en Internet, sin mencionar el autor)