Momento Espírita
Curitiba, 23 de Abril de 2024
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ícone El milagro del amor

Observando las arduas luchas por las que pasan sus hermanos sobre la Tierra, un espíritu Benefactor dictó un mensaje que intituló “El Milagro del Amor, y dice más o menos lo siguiente:

 

Cuando la duda le llegue, maliciosa, indague al amor cuál es la conducta a seguir.

Cuando la añoranza se avecine, intentando oprimirle el corazón, refúgiese en el amor y deje que las recordaciones felices iluminen la noche en la que usted se encuentra.

Cuando la aflicción le aturda íntimamente, llame al amor, para que la calma y la confianza predominen en sus decisiones.

Cuando la sospecha busque hacer nido en su corazón, dirija el pensamiento al amor y la paz dominará los paisajes de sus sentimientos.

Cuando la cólera se acerque de la emotividad, recuerde al amor y una suave balada de entendimiento será oída en la acústica del alma.

Cuando el abandono amenace despedazarle los sueños, hiriéndole el alma, busque el amor, que le dará fortaleza para proseguir, aunque sea solo.

En cualquier situación, diríjase al amor.

Sólo el amor posee el correcto entendimiento de todas las cosas y habla, en silencio, el lenguaje de todos los idiomas.

El brillo de un mirar...

Una sonrisa de esperanza...

Un gesto casi imperceptible...

Un movimiento rítmico, un ademán...

La presencia del ausente...

Un toque...

La música de una palabra sólo el amor logra transformar en bendición.

Hecho de pequeños nadas, el amor es la fuerza eterna que mece al príncipe en su lecho dorado y al huérfano en la paja húmeda.

El amor es el único mecanismo que conduce al débil a las tareas gigantescas...

Que impulsa el progreso real; que da dignidad a la vida; que impele al trabajo de reverdecer el pantano y el desierto...

Que concede aliento, cuando la muerte parece dominar soberana...

El amor es vida, sin el cual perdería el sentido y el significado.

Cuando se ama, la noche se llena de astros y el día se viste de sonrisas.

El amor colorea la palidez del sufrimiento y lo erradica.

Sin este milagro, que es el amor, no valdría la pena vivir.

En todo está la presencia del amor que proviene de Dios y es Dios.

Descubra el amor, y ame.

Ame y felicítese, colocando en la ruta del amor señales de luz, a fin de que nunca más haya sombra por donde el amor haya pasado derramando claridad.

Por tales razones, Jesucristo reunió toda la Ley y todos los Profetas en un solo mandamiento, cuya estructura de comportamiento y finalidad última es el “amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”. 

*** 

El amor es de esencia divina, y todos nosotros, del primero al último, tenemos en el fondo del corazón la centella de ese fuego sagrado.

Por lo tanto, no tengamos miedo de amar.

 

(Del libro: En algún Lugar en el Futuro, cap. El Milagro del Amor.)

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