Momento Espírita
Curitiba, 24 de Abril de 2024
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ícone El deber

El deber anda bastante olvidado. Se habla mucho de derechos y poco de deberes.

El empleado busca trabajo y antes de nada, va enumerando todos sus derechos. Es justo que los conozca y los exija. Pero, ¿qué hace y cómo hace la tarea que le ha sido confiada?

Es común ver atendientes sin ganas de atender bien al cliente. No hay ningún movimiento en la tienda, pero si entra el posible comprador y pregunta el valor de una mercadería, la respuesta que recibe es: "el precio está en la etiqueta."

¿Y qué decir de los que deterioran y desperdician el material de trabajo? Aspiradora, cepillos, escobas todo utilizado sin cuidado.

Al fin de cuentas, cuando se rompan, el patrón tendrá que arreglarlos o reemplazarlos.

En oficinas públicas, bancos y escritorios es común verificar la exageración en el consumo de papel, clips, grapas.

Cómo si no fuera deber del empleado cuidar las cosas que pertenecen a la empresa.

¿Y qué decir del horario? ¿Cuántos minutos se desperdician en chismes, en tomar café y más café durante la jornada de labor?

Naturalmente el servicio no cunde. Ah, pero si hubiera la necesidad de prolongar las horas de trabajo, en seguida se hablará en remuneración extraordinaria.

Deber es la alegría del cumplimiento integral de lo que compite a la criatura.

Si todos tienen derecho a reposar, a ganar un sueldo justo, al intervalo para la comida, es de buen grado no olvidarse que todos tienen el deber de ejecutar correctamente la labor para la que han sido contratados.

La raíz del problema está en el hogar. Desde temprana edad  el niño aprende que tiene derechos.

Pocos padres enseñan y pasan a sus hijos la lección del deber.

El niño tiene derecho al amor, a la protección, a la alimentación al estudio. Pero tienen el deber del respeto y de la cooperación.

Es común encontrar madres sobrecargadas de ocupaciones, mientras los hijos adolescentes descansan bien tranquilos delante de la tele o en el bar de la esquina, hablando cosas sin importancia con los amigos.

Tan tranquilos y descansados están, que tienen fuerzas redobladas para exigir que la comida esté en el horario correspondiente, que la ropa esté planchada, y aun exigen dinero para sus recreaciones.

Las madres hacen todo, con la disculpa de que ellos "están en la edad del egoísmo." Y se convierten en esclavas en su propio hogar.

Derechos sí. Deberes también .

El niño desde pequeño debe cumplir los deberes. Guardar sus juguetes, comprar el pan en el almacén del barrio. Realizar pequeñas tareas en casa.

Quien aprende a temprana edad las lecciones del deber, tempranamente se convertirá en un ciudadano que cumple las leyes con celo. Correcto siempre.

Deber. Palabra de orden para que nuestro mundo se transforme en una inmensa y operativa colmena, donde cada uno ejecuta con ardor y alegría la parte que le toca. 

*** 

Cumple con el deber que te cabe, con el alma en oración. Si nadie te nota en la tierra, recuerda que Jesús es hasta hoy el gran servidor anónimo, que nos enseña que la  mayor honra de la vida es el privilegio de ayudar y seguir adelante, sirviendo siempre y sin cansancio.

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