Momento Espírita
Curitiba, 19 de Abril de 2024
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ícone ¿Cómo definir la nostalgia?

¿Cómo se puede definir la nostalgia? ¿Dolor por la ausencia de quien cruzó el umbral de la puerta y no volvió jamás?

¿De quién se fue lleno de resentimiento y dijo que nunca retornaría?

¿Dolor por la ausencia de quien fue abrazado por la muerte, después de una despedida que nunca ocurrió, porque todo fue repentino, brusco, inesperado?

¿Qué es eso que duele tanto y cuanto más pasa el tiempo más parece dañar?

Según el diccionario es el recuerdo melancólico y, al mismo tiempo, suave, de personas o cosas distantes o extintas, junto con el deseo de volver a verlas o poseerlas.

Es verdad. Echamos de menos a las personas, y también de cosas ya vividas, cosas que ya hemos tenido.

Echamos de menos el espectacular viaje realizado, donde conocimos lugares tan pintorescos, respiramos aires tan diversos, nos dejamos envolver por su magia y encanto.

Y deseamos, ardientemente, repetirlo. Por eso, soñamos. Soñamos mientras dormimos o cuando estamos con los ojos abiertos, incluso durante el día.

Deseamos retornar a aquellos lugares para volver a  sentir las mismas emociones que quedaron grabadas en nuestra intimidad.

Echamos de menos la casa de nuestra infancia, donde fuimos felices. La casa con el terreno tan grande, lleno de árboles que conocimos muy bien.

Después de todo, subíamos en ellos todos los días, ya fuesen días escolares o de vacaciones.

¿Cuántas frutas saboreamos al pie del ciruelo, del caqui, sin siquiera tener el  cuidado de lavarlas.

Eran nuestras, de nuestro patio, por lo que en nuestra comprensión de niños traviesos, estaban limpias. ¡Y eran tan sabrosas!...

La nostalgia nos trae la voluntad de volver a  encontrar aquellos sabores tan peculiares, diferentes en las frutas que adquirimos en el mercado.

La nostalgia es algo extraño. Ella nos recuerda a personas, momentos, hechos que deseamos que se repitan.

Nostalgia. El alma siente la voluntad de experimentar de nuevo aquella misma alegría, aquella emoción, aquel olor, aquel sabor.

Cuando se trata de personas, dicen que la nostalgia es la ausencia del fluido, de la energía de ellas que quedó impregnada en nosotros mientras estábamos juntos.

Es lo que quedó de tantos abrazos y afectos intercambiados que,  con el tiempo, se va diluyendo, desapareciendo.

Ahí la nostalgia extiende sus lazos y aprieta.

* * *

Definirla es difícil. El poeta la describe de una manera, el literato de otra, el  psicólogo establece un análisis peculiar.

De todos modos, no importa. Lo que importa es que ella nos envuelve y nos daña deseando ser saciada.

Por eso, es muy importante que cada momento al lado de quien amamos sea vivido intensamente.

Que grabemos en la memoria las particularidades, que fotografiemos con el corazón lo que deseamos rememorar en los días de nostalgia.

Hoy es el día que debemos vivir con toda  intensidad, amar, abrazar con toda intensidad, disfrutar de los olores, de los sabores, de las bellezas con toda intensidad.

Hoy, mientras el día es la oportunidad.

Mañana o más tarde, si fuere necesario,  accionaremos esos recuerdos intensos, esas memorias profundas para alimentar nuestra infinita nostalgia...

No nos permitamos perder el momento presente, rico, insuperable.

Redacción del Momento Espírita.
En 15.12.2015.

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