Se afirma que el verdadero virtuoso ignora que lo es. Para él, lo que realiza es perfectamente natural.

Los Espíritus superiores nos dicen que la eterna felicidad está contenida en el precepto: Amaos los unos a los otros.

Y nos invitan a amparar a nuestros hermanos, abandonando la triste llaga del egoísmo.

Algunas almas nobles comprendieron muy bien esa lección. En una reciente entrevista, el director de orquesta João Carlos Martins contó que, cierto día, un joven violinista de la orquesta que ensayaba, al salir de la sala de conciertos le pidió diez reales prestados.

¿Para qué quieres diez reales? - Le preguntó.

Porque tengo hambre. - Fue la lacónica respuesta.

El director no sólo le dio el dinero, sino además, le hizo una promesa: Nunca más pedirás dinero para matar el hambre. Tienes talento. Voy a crear una orquesta y serás el primer violinista.

Así lo dijo y así lo hizo. La Bachiana Filarmónica realizó su primer concierto en 2004 en la prestigiosa Sala São Paulo.

Con un repertorio que incluye sinfonías de Beethoven, Brahms, Tchaikovsky, se presentó en las principales salas de conciertos en Brasil y en el extranjero.

Dos años más tarde, João Carlos fundó la Orquesta Bachiana Joven, con el objetivo de trabajar la evolución musical de los músicos jóvenes. También, democratizar la música clásica, presentándola a las personas que nunca han tenido acceso a las salas de conciertos.

Por eso, las presentaciones fueron realizadas en las comunidades más desfavorecidas, en diversas escuelas y plazas públicas en todo Brasil.

Hoy, las dos orquestas se fusionaron y forman la Bachiana Filarmónica SESI-SP, un grupo constituido por veinticinco profesionales, que son orientadores de cuarenta y cinco músicos.

El director creó también la Fundación Bachiana, cuyo lema es el arte y la sustentabilidad. Más de dos mil jóvenes reciben educación musical en diversos centros, de forma gratuita.

Su sueño va más allá, en su anhelo de rescate social: desea que esos centros se multipliquen hasta mil, por el país.

La música que nutre su vida él desea esparcirla como generosa savia, al mayor número de personas.

Su Bachiana fue la primera orquesta brasileña en presentarse en el Carnegie Hall. Regresó a Nueva York tres veces más, presentándose también en el Lincoln Center.

Mientras realiza su sueño, el director lleva el nombre de Brasil para los públicos internacionales. Y apoya nuevos talentos, invirtiendo tiempo para oírlos, siempre que alguien le habla acerca de un joven artista.

Brasil, en el siglo XX, tuvo otro soñador. Villa-Lobos idealizó un programa de educación musical para el país, teniendo como principal objetivo la enseñanza y la práctica del canto orfeónico.

Los dos brasileños proporcionaron y continúan proporcionando grandes beneficios a sus compatriotas.

Y, de forma simple, concluye el  director João Carlos Martins: Es un deber. La música enriquece mi vida. ¿Por qué no compartir y dar oportunidades a mis hermanos de humanidad?

Redacción del Momento Espírita, con base
en datos biográficos de João Carlos
Martins y Heitor Villa-Lobos.
Em 27.6.2014.