Momento Espírita
Curitiba, 25 de Abril de 2024
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Luis XIV, uno de los reyes de Francia, basó su reinado en el derecho divino de los reyes. Lo suyo fue el reinado del absolutismo monárquico.

Se hizo célebre como el Rey Sol y se mostró indiferente con respecto al futuro del trono y del pueblo.

Tenía la costumbre de declarar que después de él, que viniese el diluvio. Vivió toda suerte de placeres y abusos.

En cierta ocasión, él recibió una denuncia de una conspiración en contra del trono. El delator fue encargado de traerle una lista de los sospechosos, para condenarlos a la muerte por crimen en contra de la persona de Su Majestad.

Fue elaborada y presentada una funesta lista, en donde aquellos que habían conspirado contra el rey tenían su nombre señalado por una cruz.

El rey observó atentamente la relación. De repente constató algo en particular y asombrado dejó la lista sobre la mesa de trabajo.

Perturbado, declaró: No puedo condenar esos hombres, por cuanto están marcados por el instrumento con el que mataron al Inocente.

Narra la Historia que él los perdonó a todos.

No obstante sus excesos, en aquel momento el rey fue sensible al símbolo de la barbarie de cuantos pretendieron silenciar la verdad en el episodio del Calvario.

Fue un momento de aprendizaje. Una lección de vida para otras vidas.

Semejante a él, todos nosotros enfrentamos en nuestras vidas momentos de serias decisiones.

¿Cuántas veces nos hemos equivocado al no darnos cuenta del mensaje del Cristo, que busca alcanzar nuestra mente y el corazón?

Todos los seres pensantes experimentan tales oportunidades psicológicas de crecimiento. Son desafíos para la propia iluminación y conquista de la sabiduría que, infelizmente, no siempre sabemos aprovechar.

Existen momentos muy propios para el aprendizaje de las lecciones que la vida nos ofrece. Es necesario que sepamos identificarlos a manera de lucrar, ganando en madurez.

Es necesario que estemos atentos a todo nuestro entorno.

Aquí es un amigo sumergido en un mar de deudas, por su propia negligencia. Aprendizaje de sensatez para nosotros. Oportunidad de auxilio que se presenta.

Allí es alguien a llorar los dolores de un amor perdido al desencadenar el egoísmo que es portador. Aprendizaje de renuncia y ponderación para nosotros. Oportunidad de elucidación invitándolo al intento de renovación.

Es importante vivir intensamente cada momento, floreciendo donde nos encontremos, con lo que tengamos, sin el deseo tormentoso de estar en otro lugar, otro tiempo, otra circunstancia.

El mejor momento es aquel que se vive, por constituir el momento de la construcción de nuestro futuro de felicidad y perfeccionamiento.

* * *

Bendice la oportunidad que tienes de sembrar. Mañana será la hora de cosechar.

Aprovecha las horas y cultiva la esperanza por donde vayas.

Acuérdate que el río de las oportunidades pasa y sus aguas no retornan en las mismas circunstancias, ni en las mismas situaciones.

 

Redacción del Momento Espírita, basado en el capítulo Lições de vida, del libro Vida: desafíos e soluções, por el Espíritu Joanna de Ángelis, psicografía de Divaldo Pereira Franco, editora Leal y en el apunte Oportunidade, del libro Repositorio de sabedoria, v. 1, por el Espíritu Joanna de Ángelis, psicografia de Divaldo Pereira Franco, editora Leal.
En 07.12.2010.

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