¿Usted tiene amigos?
Sí aún no los tiene, no pierda tiempo. Empiece
hoy mismo a conquistar amistades verdaderas, pues la amistad es un tesoro sin el
que la vida en la tierra no tendría sentido.
Es una fuerza capaz de suavizar incluso los
momentos más difíciles en la vida de las personas, como los de la guerra, por
ejemplo.
Hay muchas historias conmovedoras a respecto de
grandes amistades y la que vamos a narrar es una de ellas.
Cuenta que una vez, un soldado se
dirigió a su superior y le pidió permiso para ir a buscar a un amigo que no
volvió del campo de batalla.
Permiso negado, contestó el teniente.
Pero el soldado, al saber que el amigo estaba en apuros, ignoró la prohibición
y fue en su búsqueda.
Algún tiempo más tarde regresó,
mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo en los brazos.
Su superior estaba furioso y lo
reprendió:
- ¿No le dije que no se arriesgara? ¡Yo
sabía que el viaje sería inútil!
- Ahora he perdido dos hombres en vez
de uno. .
- Dígame: ¿ha valido la pena ir hasta
allá para traer un cadáver?
Y el soldado, con la poca fuerza que le
restaba, le contestó:
- ¡Claro que sí, señor!
Cuando yo lo encontré él estaba todavía
vivo y me pudo decir:
- “Estaba seguro que tú vendrías”!
Historias como ésta se repetirán, con
otras tonalidades, mientras exista amistad sobre
la Tierra.
¿Cuántos son los que se dedican, sin
nada exigir, a cuidar de amigos enfermos, amigos en dificultades, amigos
rebeldes?
Por todo esto la amistad ha sido
comparada a un tesoro de valor incalculable, pues no se compra ni se vende,
simplemente se conquista.
Y la verdadera amistad es la que acepta
a la persona amiga como ella es, y no intenta moldearla como le gustaría que
fuese.
La
amistad respeta, comprende, perdona, apoya, defiende, enaltece.
Mucha gente confunde la amistad con
complicidad por interés, pero la amistad no es así.
El amigo verdadero sabe decir sí y
sabe decir no cuando es preciso, aunque no sea
no sea entendido por ello.
En nombre de la amistad, no se debe
hacer todo lo que un amigo hace ni apoyarlo en todo. Eso sería una tontería.
La amistad fiel no tiene connivencia
con los errores, pero está siempre alerta para socorrer cuando se hace
necesario.
En fin, el amigo no es solamente el que
secar nuestras lágrimas, sino el que hace de todo para no dejarlas derramar.
***
El ejemplo más grande que pasó sobre
la tierra, se llama Jesucristo.
Él, un Poeta de los mundos celestes,
se convirtió en Cantor para que Su sublime voz fuera escuchada
en este minúsculo planeta.
Príncipe de los espacios siderales, se
convirtió en Súbdito humilde para acercarse a los corazones sufridores.
Señor de las estrellas, se convirtió
en siervo para enseñar la humildad.
Noble de origen celeste, se transformó
en Esclavo por amor a los amigos-hermanos
exiliados en la Tierra.
Grandioso, hoy como ayer, es el mañana
de los que lloran, sufren, esperan y aman.
Su venerable presencia se destaca
dominadora sobre la humanidad, que encuentra en él aliento A sus dolores y
fuerza para continuar en la escalada hacia Dios. .
Jesús es la síntesis histórica de la
grandeza, de la perfección, de la sabiduría y más
que nunca, de la amistad...
(Historia
recibida por la Internet, sin mención al autor)