Momento Espírita
Curitiba, 26 de Abril de 2024
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ícone Ante el nuevo año

 

Al finalizar el año 1900, muchos pensadores argumentaban que el surgir del siglo XX marcaría el fin de la fase religiosa de la Historia.

Pero aquí estamos, en el siglo XXI y el mensaje del Cristo esta bien vivo y fuerte en el pensamiento y en el corazón de incontables personas.

Voltaire, escritor francés del siglo XVIII, impregnado de ese espíritu cristiano, tuvo la oportunidad de producir excelentes piezas de carácter religioso.

Hoy, en este inicio de un año más, es importante rever tales escritos que nos remiten a una profunda fe en Dios.

Exactamente aquel Dios que Jesús nos reveló como el Padre de todos nosotros. Un Padre que ama  y que por amor nos sustenta los días.

Dios de todos los seres, de todos los mundos, de todos los tiempos. Si es permitido a frágiles criaturas, no percibidas por el resto del Universo, atreverse a pedirte algo, a Ti, que todo nos has dado;

A Ti, cuyos decretos son inmutables y eternos;

Mira con piedad los errores de nuestra naturaleza. Que esos errores no sean calamidades.

A fin de cuentas no nos diste el corazón para aborrecernos y las manos para agredirnos.

Haz que nos ayudemos mutuamente para soportar el fardo de una vida penosa y fugaz.

Que las pequeñas diferencias entre los trajes que cubren nuestros frágiles cuerpos, entre nuestros insuficientes lenguajes, entre nuestros ridículos usos, entre nuestras imperfectas leyes, entre nuestras insensatas opiniones, entre nuestras condiciones tan desproporcionadas a nuestros ojos y tan iguales delante de Ti; que todos esos matices, en fin, que distinguen los átomos llamados hombres, no sean señales de odio y de persecución.

Que aquellos que encienden velas en pleno mediodía para celebrarte, toleren a los que se contentan con la luz de Tu sol.

Que los que cubren sus trajes con tela blanca para decir que debemos amar, no detesten a los que hacen lo mismo sobre una capa de lana negra.

Que sea igual adorarte en el dialecto formado de una lengua antigua y en una recién formada.

¡Que todos los hombres recuerden que son hermanos!

Si los azotes de la guerra fuesen inevitables, danos condiciones de no desesperarnos.

Que no nos destrocemos unos a  otros en tiempos de paz.

Que empleemos el instante de nuestra existencia en bendecir en millares de idiomas, desde el Siam hasta la California, Tu bondad que nos concedió este instante.

*   *   *

Originados de la misma fuente, amparados por el mismo Padre, todos los hombres somos hermanos.

Si las fronteras nos dividen en países y naciones, si los idiomas nos crean dificultades de comunicación, si las distancias nos impiden entrelazarnos, la vibración de la fraternidad debe vigorizar en nuestros corazones.

Todos fuimos creados por amor, somos hijos de la Luz y destinados a la Luz.

Por ahora, y solamente por ahora, nos situamos en paneles diferentes. Pero un día, más allá del cuerpo, recorrido todo el camino, todos llegaremos al mismo fin. La Casa del Padre. La perfección.

Redacción del Momento Espirita,
con base en escritos de Voltaire.
En 02.02.2009.

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