Momento Espírita
Curitiba, 19 de Abril de 2024
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ícone El agente de la Providencia
 

La oración se constituye un hábito en la mayoría de las personas.

Conscientes de su fragilidad ellas buscan el contacto con el Ser Supremo.

Muchas piden auxilio para cuestiones materiales, como la conquista de un empleo o la cura de una enfermedad.

Otras ruegan fuerzas en los momentos difíciles.

Existen otras que buscan la inspiración Divina para conducir bien su existencia  en un contexto de dignidad.

También existen los que se acuerdan de orar en agradecimiento por las dádivas recibidas.

O solamente como una forma de entrar en contacto con las esferas superiores de la  Espiritualidad.

El Evangelio se refiere a diversos pasajes en los cuales Cristo oró.

Jesús era puro y sabio y aun así no desdeñó el recurso de la oración.

Se trata de una señal firme de que orar es imprescindible a las experiencias de la vida humana.

Al componer la oración dominical el Maestro resaltó que el hombre debe perdonar para ser perdonado.

En otro momento, afirmó que el hombre debe hacer al prójimo aquello que le gustaría que le hiciese.

Se concluye que siempre uno debe estar dispuesto a dar lo que desea recibir, cuando se trata de auxilio y comprensión.

El Espiritismo enseña que los Espíritus son los agentes de la Creación.

Ellos encarnan con la finalidad de evolucionar y reunir conocimientos y virtudes.

Así, adquieren condiciones para hacer la parte que les toca en la obra de la Creación.

Los Espíritus hacen parte de la naturaleza.

La inteligencia humana integra el Plan Divino.

Todo hombre tiene la misión de colaborar en el perfeccionamiento del mundo en que vive.

Los proyectos de la Divinidad se realizan a través de la acción de sus criaturas.

Animales  minúsculos, al actuar de manera inconsciente, auxilian en la elaboración de los archipiélagos.

La lucha de un sin número de hombres logró la supresión de las prácticas injustas como la esclavitud y la tortura.

Los científicos están siempre descubriendo la cura de enfermedades que causan desdicha a la Humanidad.

Las innovaciones tecnológicas, fruto del trabajo humano, dejan la vida más sencilla e interesante.

Así, la Divina Providencia se manifiesta a través del hombre.

Con certeza, los recursos divinos no se limitan a tales circunstancias.

La actuación humana se inserta en la manera natural por la cual las bendiciones del Creador alcanzan la Tierra.

Tu tarea es mejorar al Mundo en que habitas.

Y hacer siempre al prójimo lo que deseas que te hagan.

Habitualmente, la respuesta a tus oraciones no llega de manera retumbante y mística.

En general viene por la actuación de terceros, a través de pequeños acontecimientos que te auxilian y esclarecen.

De esa manera, puedes y debes ser la respuesta a las oraciones que tus semejantes dirigen a las alturas.

Quédate atento a las dificultades de las personas que te rodean.

Muchos necesitan de un consejo prudente y sensato para no cometer desatinos.

Otros necesitan de una palabra de comprensión después de un grave error.

Algunos están en vías de desistir después de alguna derrota y carecen de incentivo y esperanza.

¡Tienes mucho para dar!

Considera tus tesoros y alégrate en repartirlos.

Deja que el bien se manifieste por tus manos.

Sé un agente de la Providencia.

Esa es tu misión.

Realizándola, alcanzarás paz y plenitud.

Piensa en eso.

Redacción del Momento Espírita
En 27.10.2008.

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