Momento Espírita
Curitiba, 29 de Março de 2024
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ícone No te dejes abatir

En tu aprendizaje diario de la caminata necesaria para la evolución,  encontrarás varios obstáculos a lo largo del camino que parecen destinados a desanimarte en el largo recorrido.

Muchas veces encontrarás los llamados “enemigos gratuitos”, amigos habladores que te dejan en situaciones difíciles.

Otras veces te enfrentarás a enfermedades físicas, con las deficiencias de carácter de tanta gente, lo que acaba por causarte una profunda congoja, pues son compañeros que no hacen nada a tu favor, pero ocupan tu tiempo siempre que encuentran la más mínima dificultad.

Además tienes a tu alrededor la inflación que crece y las ganancias materiales que no parecen acompañarla, lo que hace pensar que cuanto más se trabaja, menos se gana y más se gasta.

Sueles ver desmoronarse tus sueños domésticos más deseados, sin que te sientas en el derecho de escapar.

Se desmoronan las aspiraciones del cónyuge atento y afectuoso; de los hijos estudiosos, responsables, respetuosos; de la familia compañera capaz de suplirte energías en los momentos de aflicción de tu corazón.

Y si no fuese bastante, surge la indiferencia que te hace sentir solitario en el mundo, sin ningún apoyo o sustentación moral.

Sin embargo, sea cual fuere la lucha que te toque, sea cual fuere el testimonio que tengas que encarar, no pierdas el estímulo, no te permitas el abatimiento.

Tú no eres una víctima de la vida, estás únicamente en un proceso de reeducación, y es ésa la oportunidad de llegar a un arreglo con ella, pues un día no la respetaste en algunos de sus aspectos.

Tú conoces a Jesús, o quizás algún día has oído hablar sobre la ley de causa y efecto; debes razonar que el bien o el mal sembrado en la vida, de esa vida será cosechado, y tu desconsuelo o tu desaliento en nada colaborará para solucionar  los problemas.

Deberás entonces, aprender a analizar mejor las situaciones por las que tengas que pasar. Hay que aprender a perdonar, a comprender, a respetar diferencias, a hablar menos, a penetrar mejor las razones de las cosas, a condenar menos, a ser más indulgente.

El tiempo, implacable, no se detiene nunca. De esta forma, si lo aprovechas para aprender a crecer y a ser feliz, te bendecirá con mucha claridad.

No te pierdas en la telaraña de la falta de estímulo. Confía en Dios, que te proveerá siempre con lo mejor, y además te dará las oportunidades de brillar y ser feliz.  

¡Piensa en eso! 

Los obstáculos que surgen en tu camino no son para impedirte la marcha, sino desafíos a superar.

Cada vez que tú logras vencer una dificultad, sales de ella más fortalecido y con mucha más confianza.

 

Basado en el capítulo 10 del libro “Para uso diario”, editorial “Fráter Libros Espíritas”, Brasil.

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