Momento Espírita
Curitiba, 29 de Março de 2024
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ícone Los verdaderos héroes

        Según el diccionario, héroe es aquel hombre destacado por sus cualidades extraordinarias.

        La Humanidad en todas las épocas escogió y aclamó a sus héroes.

        Entre ellos se cuentan gobernantes iluminados por el amor a su país y a su pueblo.

        También se enumeran filósofos y pensadores de gran talento.

        Líderes de la resistencia contra gobiernos despóticos, así como científicos dedicados, figuran igualmente en los monumentos a los héroes.

        Esos hombres siempre fueron considerados modelos a ser seguidos debido a sus virtudes excepcionales.

        Actualmente, la Humanidad vive una época de transición turbulenta.

        Modelos antiguos de comportamiento son revisados.

        Valores consolidados son cuestionados o rechazados sin un análisis muy profundo.

        Lo más relevante parece ser atreverse e innovar aunque sin gran criterio.

        La libertad es valorada al extremo, sin embargo no hay preocupación de la responsabilidad, su contrapartida natural.

        En ese contexto de valores ambiguos, escasos de reflexión y consolidación surgen modelos nuevos de conducta.

        Personajes exóticos son elevados con facilidad a la condición de héroes.

        Los pasos de esas figuras inquietas son seguidos por los medios de comunicación.

        Una multitud fascinada e irreflexiva los observa con éxtasis, comenta y copia sus palabras y actos.

        El nuevo conjunto de héroes es formado por un grupo de personas de origen y personalidades diversas.

        Existen participantes de espectáculos que pretenden imitar la realidad de la vida.

        Inexplicablemente, intrigas y peleas que ocurren en recintos cerrados, pero mostradas en la televisión, los endiosan ante el imaginario popular.

        Espectadores ávidos de bajezas acompañan el desempeño de esos ídolos.

        Existen también artistas muy bellos, pero desequilibrados, por los cuales las masas se apasionan.

        Muchos de ellos se dejan fotografiar y filmar en escenas sin pudor.

        Por otra parte, están los deportistas regiamente remunerados adoptando un modelo de comportamiento poco elogiable.

        Los nuevos héroes producen escándalos, inician y terminan relaciones afectivas con  rapidez vertiginosa.

        Pero la multitud los sigue subyugada por su juventud, su brillo, su belleza y su arrogancia.

        Sin embargo, ¿qué existe de noble y apacible en el comportamiento de tales personas?

        Una reflexión rápida nos permite concluir que el heroísmo no se expresa mediante comportamientos exóticos.

        El héroe genuino debe ser alguien que contribuye para la construcción de un mundo mejor.

        En ese contexto, existe un sin número de héroes anónimos cuyo comportamiento merece ser admirado y copiado.

        Por ejemplo, el joven que dice no a las drogas y a la promiscuidad.

        El estudiante atento a sus deberes y que no copia, aunque teniendo la oportunidad.

        El hijo que cela por sus padres viejos o enfermos.

        El profesor que enseña con dedicación y competencia, aun cuando es mal remunerado.

        Los padres que dedican tiempo orientando a sus hijos, para que no se pierdan en las ilusiones del mundo.

        El empresario honesto que no evade impuestos ni perjudica a sus clientes.

        Donde quiera que haya alguien preocupado en ser honesto y solidario, en construir un mundo mejor, ahí existe un héroe.

        Al escoger a tus ídolos y modelos, piensa en eso.

Redacción del Momento Espírita, con base en el capítulo XXIX, del libro Jesus e vida, por el Espíritu Joanna de Ángelis, psicografía de Divaldo Pereira Franco, ed. Leal, Brasil.
En 21.07.2008.

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