Él era vendedor de teléfonos móviles en el Sur del País de Gales y se presentó en un concurso de talentos artísticos, el Britains Got Talent.

        Antes de adentrarse al palco confesó que su sueño era cantar, sentía que había nacido para eso.

        En verdadél ya actuara en la ópera amadora, pero un accidente en el año 2003 pusiera un término súbito a su carrera.

        Confesó que la auto-confianza siempre fuera algo muy difícil para él, pues desde la niñez, era blanco de bromas de los compañeros.

        Tímido, un tanto avergonzado, él se apostó delante del micrófono y en el primer momento recibió la risa de casi menosprecio de uno de los jurados.

        La música empezó y él soltó la voz. Cantó algunos versos del aria de Giácomo Puccini, Nessun Dorma, de la ópera Turandot.

        Escogió apropiadamente los versos para ejecutar en aquel mes de junio del 2007:

        ¡Nadie duerma! ¡Nadie duerma!

        …mi misterio está encerrado en mí,

        ¡Mi nombre nadie lo sabrá! No, no…

        ¡Disípate, oh noche!

        ¡Tramontad, estrellas!...

        ¡Al alba venceré!

        ¡Venceré! ¡Venceré!

        Si, él venció. El entusiasmo de la asistencia y la emoción de los jurados fueron muy grandes.

        ¡Fue estupendo! ¡Eres simplemente fantástico! – dijo uno de ellos.

        Y la jurada: Creo que tenemos aquí un pedacito de carbón que se trasformará en un diamante.

        Otro le dijo que su voz era increíble, que sería favorito en aquella competencia, si fuera adelante.

        Paul Potts fue clasificado a la final. Dos millones de personas votaron a los candidatos y en la noche de 17 de junio Paul superó a todos los demás, ganando el premio del show de talentos.

        Premio que lo llevó a presentarse delante de la reina de Inglaterra en el Royal Variety Performance, un show de artistas promovido desde 1912 a beneficio de los artistas jubilados.

        Al momento de la victoria, Paul  fue invitado por el productor Simon Cowell a grabar un álbum.

        Como predijo una de las juradas, él no volvería a su antiguo empleo. Una nueva etapa se iniciaba en su vida. Incluso, él ya se presentó en el Rockefeller Center, en Nueva York.

        La historia de Paul Potts puede ser la historia de cualquiera de nosotros.

        Basta tener perseverancia y aún mismo sin poseer toda la auto-confianza necesaria, invertir en tu sueño.

        Cuántos de nosotros caminamos por la Tierra, padeciendo decepciones y tristezas, porque desearíamos tanto haber hecho algo y no pudimos.

        Nunca es tarde. Nunca es tarde para aprender a tocar piano, a cantar, cursar una universidad,  hacer un deseado postgrado, viajar al Extranjero.

        Cuando Jesús dijo que podríamos hacer todo lo que Él hizo y mucho más, no estaba dirigiéndose solamente a los religiosos.

        Estaba dirigiéndose a cada uno de nosotros, Sus ovejas, invitándonos a utilizar nuestro potencial interior.

        Y así, mejorar al Mundo. Un Mundo con alegría, con colores, con personas dispuestas a ayudarse mutuamente.

        Finalmente, a demostrar que la Tierra no es un valle de lágrimas, sino un bendecido lugar de evolución.

        Un lugar donde se puede cosechar venturas, desde ahora.

        ¡Piensa en eso!

Redacción del Momento Espírita.
En 11.02.2008.