Momento Espírita
Curitiba, 20 de Abril de 2024
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        Todos los años los cristianos conmemoran la Navidad en el día 24 para el 25 de diciembre. La historia nos cuenta que Jesús, nuestro Maestro, en verdad no nació en ese día y apunta algunas fechas probables, especificando el día, el mes y el año.

        Por fin, ¿cuándo realmente habrá nacido Jesús? ¿Y dónde? ¿En Nazareth o en Belén?

        Si preguntáramos a Francisco de Asís lo que él sabe acerca del nacimiento de Jesús, él nos contestaría:

        Jesús nació el día que, en la plaza de Asís, entregué mi bolso, mis ropas e incluso mi nombre para seguirLo, pues sabía que Él es la fuente inagotable del amor.

        Si indagáramos al Apóstol Pedro de cuándo se dio el nacimiento de Jesús, él nos respondería:

        Jesús nació en el patio del palacio de Caifás, en la noche que el gallo cantó por tercera vez, en el momento que yo negaba otra vez a mi Maestro.

        Fue en ese instante que mi conciencia se despertó para la vida verdadera.

        Si cuestionáramos a Juana de Cusa acerca de dónde y cuándo nació Jesús, ella nos diría:

        Jesús nació en el día que, atada al poste del Circo en Roma, escuché al pueblo gritar:

        “¡Niega! ¡Niega! ¡Renuncia a Él!”

        Y el soldado, con la antorcha encendida, diciendo:

        “¿Ese tu Cristo te enseñó únicamente a morir?”

        En el instante que sentí el fuego subir por mi cuerpo, pude con certeza y sinceridad responder:

        No me enseñó solamente eso. Él también me enseñó a amarte.

        Fue entonces que Jesús nació.

        Si interrogáramos a Lázaro dónde y cuándo nació Jesús, su respuesta sería:

        Jesús nació en Bethania, en la tarde que me visitó en el túmulo y me ordenó:

        “¡Lázaro! ¡Levántate y ven hacia fuera!”

        En ese momento, comprendí quién era Él y Él nació en mi.

        Y Saulo, el Doctor de la Ley transformado en Pablo de Tarso, nos afirmaría:

        Jesús nació en el camino de Damasco, al medio-día, cuando la luz que Lo envolvía me cegó y escuché Su voz:

        “¿Saulo, Saulo, por qué me persigues?”

        En ese instante me di cuenta de que había un mundo nuevo y le dije:

        ¿Señor, qué quieres que yo haga?

        La mujer samaritana, de la ciudad de Sicar, nos diría que Jesús nació cerca de la fuente de Jacob, en la tarde que ella Lo encontró y Él le ofreció beber del agua viva, que sacia toda la sed, pues viene del amor de Dios y santifica los seres.

        Aquella tarde, Fotina descubrió que Jesús era el Hijo de Dios y modificó su vida.

        Finalmente, Maria de Nazareth, sonriendo, nos diría que Jesús nació cuando se escondió de las estrellas en las tinieblas de la Tierra.

        Cuando Lo sostuvo por primera vez en los brazos y sintió que allí se cumplía la promesa de un nuevo tiempo. Aquél Niño, enviado por Dios, vendría a enseñar a los hombres, Sus hermanos, la Ley Mayor del Amor.

* * *

        Si ya te permites envolverte en las claridades del Evangelio, permite que Jesús nazca en tu corazón.

        Deja que Sus vibraciones te penetren al Espíritu y esparce el perfume de Su presencia en la senda por donde avanzas en la búsqueda de la vida.

        Reconstruye mentalmente el sendero recorrido desde que la sinfonía de la Buena Nueva te tocó y proponte a vivir el mensaje del Maestro Jesús, que es tu Modelo y Guía.

        Entonces, Él finalmente nacerá en ti.

Redacción del Momento Espírita con base en texto de autor desconocido y
de la entrada Natal, del libro Repositório de sabedoria, v. II, del Espíritu
Joanna de Ángelis, psicografía de Divaldo Pereira Franco, ed. Leal, Brasil.
Em 18.01.2008.

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