PRECISO DE ALGUIEN...

¿Usted tiene amigos?

En caso positivo, sabe entonces lo importante que es tener amigos verdaderos.

Mucho se ha hablado sobre esos tesoros llamados amigos, pero no todos les dan el valor que corresponde.

Cuando uno no es rico, ni importante, ni famoso, es fácil saber quiénes son los amigos, pues, teóricamente, no existe otro motivo para una aproximación, a no ser la amistad pura y simple.

No sucede lo mismo con las personas ricas o famosas, pues allí podrá haber aproximaciones originadas en intereses y conveniencias no siempre con base en una amistad sincera.

Es muy común que personas famosas, muchas veces, se sientan solitarias, depresivas y apáticas, por la falta de alguien en quien puedan confiar incondicionalmente.

Quizás sea por esa razón que Charlie Chaplin, el apasionante Carlitos, de la época del cine mudo, un día escribió lo siguiente:

Preciso que alguien me mire a los ojos cuando hablo; que oiga mis tristezas y neurosis con paciencia.

            Y, aunque no entienda, respete mis sentimientos.

            Preciso de alguien, que venga a luchar a mi lado sin necesidad de ser convocado.

Alguien suficientemente amigo para decirme las verdades que no quiero oír, aunque sepa que podré odiarlo por eso.  

            En este mundo de escépticos, preciso de alguien que crea en eso misterioso, desacreditado, casi imposible: la amistad.

            Que insista en ser leal, sencillo y justo, que no se vaya si algún día pierdo mi oro y no soy más la sensación de la fiesta.

Preciso de un amigo que reciba con gratitud mi ayuda, mi mano extendida. Aunque eso sea muy poco para sus necesidades.

Preciso de un amigo que sea también compañero, cuando salimos de parranda y de pesca, en las guerras y alegrías, y que en medio de la tempestad, grite en coro conmigo:

"Todavía nos vamos a reír mucho de todo esto.” Y se ría mucho.

            Y en esa búsqueda empeño mi propia alma, pues con una amistad verdadera, la vida se hace más sencilla, más rica y más hermosa...

Firmado: Charlie Chaplin.  

La verdadera amistad está por encima de cualquier valor financiero. Todo el dinero del mundo no sería suficiente para adquirir una amistad leal, ya que es un sentimiento que no está a la venta.

Y por más rico que sea un ser humano, no será completamente feliz si no cuenta con, por lo menos, un amigo fiel.

De nada valdría ser la persona más famosa del mundo, si no pudiera contar sus alegrías a un amigo.

De nada serviría tener todas las riquezas materiales que el mundo puede brindar, si no hay una amistad para compartirlas.

Por otro lado, aunque la persona sea la más pobre de la superficie terrestre, si tiene un amigo verdadero, nunca pasará necesidades. 

¡Piense en eso! 

Cuando otras emociones se debilitan al vaivén de los golpes, la amistad perdura, compañera devotada de las personas que se estiman.  

Tener amistad es tener un corazón que ama y aclara, que comprende y perdona, en los momentos más amargos de la vida. 

La amistad pura es una flor que nunca muere.

¡Piense en eso!

Equipo de redacción de Momento Espírita, con base en un texto de Charlie Chaplin.

Versión en español: Roberto M.L. Roca / AD LITTERAM Tradutores Associados.